...Michelino, sin fuerza siquiera para gritar, retrocedió un paso cuando del avispero brotó de súbito una nube negra, espesa, con un zumbido ensordecedor; ¡era la totalidad del enjambre que avanzaba en furioso jabardillo!
Los hermanos oyeron que Michelino lanzaba un alarido y le vieron salir por pies como jamás había corrido en toda su vida. Parecía movido a vapor, a tal punto la nube que arrastraba consigo recordaba el humo de una chimenea...
Fragmento de Marcovaldo. Italo Calvino
Ilustración realizada con acuarela y técnicas digitales
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